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Ejercicio físico y problemas coronarios

   
*Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
**Doctorando en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
(España)
 
 
Francisco Redondo Espejo*
redondoespejo@gmail.com  
José Enrique Moral García**
josevilches68@hotmail.com
 

 

 

 

 
Resumen
     La inactividad física es considerada como el mayor factor de riesgo por la American Heart Association. En España se producen alrededor de 40.000 muertes anuales, relacionadas con problemas coronarios. La causa más frecuente de lesiones obstructivas coronarias es la llamada ateroesclerosis.
     Realizar actividad de carácter aeróbico debe ser una parte esencial del tratamiento de los problemas coronarios, puesto que ayuda a dilatar las arterias coronarias.
     Otras de las causas de muerte, aunque en menor grado es la muerte súbita, la actividad física se considera un fiel reflejo del estado de salud y de la calidad de vida de una sociedad, por lo que a la opinión pública le cuesta comprender cómo un joven aparentemente sano puede morir mientras muestra una gran vitalidad en su práctica deportiva habitual.
    Palabras clave: Ejercicio físico. Corazón. Aterosclerosis. Enfermedades coronarias.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - N° 121 - Junio de 2008

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Introducción

    Las enfermedades coronarias son la principal causa de muerte en Europa. Llevar un estilo de vida activo, con un nivel moderadamente alto de ejercicios aeróbicos, puede reducir las posibilidades de contraer enfermedades cardíacas graves o morir por su causa.

    Los beneficios que el ejercicio aporta a la salud, pueden notarse si se realizan actividades físicas moderadas, y son más evidentes en las personas sedentarias que cambian sus hábitos y se vuelven más activas. Actividades, como caminar, montar en bicicleta con regularidad o realizar cuatro horas a la semana de ejercicio físico, reducen el riesgo de padecer afecciones cardíacas. También se ha comprobado que la actividad física ayuda a recuperarse de las enfermedades cardíacas, mediante programas de rehabilitación que se basan en el ejercicio, y resultan eficaces para reducir el riesgo de muerte.


La inactividad física como factor de riesgo cardiovascular modificable

    La inactividad física es considerada como el mayor factor de riesgo por la American Heart Association. Las personas sedentarias tienen una mayor incidencia de enfermedad coronaria en comparación con quienes hacen ejercicio físico habitual moderado.


¿A cuántas personas afectan en nuestro país las enfermedades coronarias?

    España se producen alrededor de 40.000 muertes anuales (104 hombres por 100.000 habitantes y 46 mujeres por 100.000 habitantes), lo que supone alrededor del 11% (12% en varones y 10% de mujeres) de todas las defunciones. Del conjunto de las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades coronarias representan el 30% de las mismas y, dentro de ellas, el infarto agudo de miocardio es la causa más frecuente de muerte, con un 68%. Existe un claro predominio masculino de este tipo de enfermedades (57% hombres y 43% mujeres). La incidencia aumenta con la edad y a partir de los 35 años se duplica cada 5 años.


Diferencia entre hipertrofia ventricular fisiológica y patológica

    La hipertrofia miocárdica puede definirse como un proceso adaptativo del corazón en el que uno o ambos ventrículos incrementan la masa muscular en respuesta a una carga aumentada.

    Si se mantiene la proporcionalidad entre miocitos, el intersticio y la vascularización con respecto al aumento de la masa muscular en los ventrículos, se considera una hipertrofia fisiológica, capaz de realizar una regresión completa cuando cesa el estímulo, siendo éste el ejercicio físico. Cuando se pierde esta relación entre los distintos componentes de la masa miocárdica, se considera que la hipertrofia es patológica, siendo provocada por estímulos anormales como la hipertensión arterial.

    El ventrículo derecho se adapta a la hipertrofia ventricular izquierda causada por el entrenamiento físico en forma beneficiosa y sin alterar las propiedades funcionales del miocardio. Por contra, los sujetos que presentan hipertrofia ventricular izquierda por hipertensión arterial muestran un deterioro en la función diastólica (Escudero et al, 2003).


El ejercicio físico como tratamiento del enfermo coronario

    La cardiopatía isquémica es la principal causa de muerte en los países industrializados. Es la enfermedad del corazón producida por un mal riego (isquemia) de sus paredes. Esta deficiencia es secundaria a la obstrucción, en mayor o menor grado, de las tuberías responsables de la alimentación del músculo cardíaco (arterias coronarias).

    La causa más frecuente de lesiones obstructivas coronarias es la llamada aterosclerosis. Esta dolencia consiste en el depósito de ciertas sustancias, principalmente colesterol y calcio, en la parte interior de la pared de las arterias. Este depósito a veces ocurre de una forma localizada formando verdaderos acúmulos, a los que se denomina ateromas, y a la enfermedad por ellos producida, ateromatosis.

    Las dos formas clínicas fundamentales de manifestarse la cardiopatía isquémica son la angina de pecho y el infarto del miocardio. Las dos son expresión de un mismo fenómeno, la reducción en el aporte de sangre a un territorio del corazón. En el caso de la angina, el fenómeno es transitorio, dura unos minutos y cesa sin producir daño en el músculo cardíaco (miocardio).

    En el infarto la reducción del aporte es lo suficientemente prolongada como para producir la muerte (necrosis) de una parte del músculo (infarto o necrosis del miocardio). Habitualmente es secundario al cierre total de la luz de la arteria, como consecuencia de la formación de un trombo (coágulo) en su interior.

    Realizar actividad de carácter aeróbico debe ser una parte esencial del tratamiento de la cardiopatía isquémica, puesto que ayuda a dilatar las arterias coronarias. También se ha encontrado una mejora en la perfusión coronaria en pacientes, pero sin conocer el mecanismo de la misma.

    La rehabilitación cardíaca es un grupo de sistemas terapéuticos definidos por la Organización Mundial de la Salud como: "El conjunto de actividades necesarias para que el enfermo coronario (o cualquier otro enfermo cardiovascular), llegue a un nivel funcional óptimo desde el punto de vista físico, mental y social, por medio del cual pueda reintegrarse por sus propios medios a la sociedad".

    Los programas van dirigidos fundamentalmente a los enfermos coronarios, pero también a personas sanas con factores de riesgo. El ejercicio físico es primordial para la rehabilitación cardíaca debido a que:

  • Elimina las influencias negativas de la falta de actividad física.

  • Mejora la capacidad funcional.

  • Mejora la eficacia circulatoria e incrementa la vascularización del corazón.

  • Disminuye los factores de riesgo cardiovascular (colesterol, hipertensión, obesidad, estrés,…).

  • Mejora el nivel de bienestar anímico y la calidad de vida.

  • Previene nuevos episodios coronarios.


La prescripción del ejercicio

    El programa de ejercicios se basa en el programa dirigido hacia las personas sanas, modificando según indican la condición médica y cardiovascular del paciente.

    Modalidad: Los ejercicios continuos que involucran al conjunto de músculos grandes, como nadar, andar en bicicleta, caminar, etc., son adecuados para el acondicionamiento de resistencia cardiovascular.

    Frecuencia: La frecuencia mínima son tres días por semana no consecutivos.

    Duración: Debe haber periodos de calentamiento y de enfriamiento, ejercicios de estiramientos y de flexibilidad, así como ejercicios cardiovasculares de 20-40 minutos de forma continuada o en intervalos.

    Intensidad: Debe ser moderada y cómoda, generalmente con el 40-85% de la capacidad funcional máxima (VO2máx).

    Progresión: Todo programa debe desarrollarse por un proceso lento y gradual en la duración y la intensidad del ejercicio.


Muerte súbita en jóvenes

    La actividad física se considera un fiel reflejo del estado de salud y de la calidad de vida de una sociedad, por lo que a la opinión pública le cuesta comprender cómo un joven aparentemente sano puede morir mientras muestra una gran vitalidad en su práctica deportiva habitual.

    Numerosos estudios han demostrado que la relación entre muerte súbita y ejercicio físico es muy pequeña, según Morentin, Suárez-Mier y Aguilera (2001) en su estudio sobre "Muerte súbita por enfermedad ateromatosa coronaria en jóvenes" determinan que la MS se desarrolla principalmente durante actividades sedentarias sin ningún factor desencadenante conocido. El riesgo absoluto de MS durante el ejercicio es pequeño y parece afectar a aquellas personas menos habituadas al mismo.

    Aguilera, Suárez Mier y Morentin (1999) en su tratado sobre "Miocardiopatía arritmogénica como causa de muerte súbita en España", presentan casos de los cuales reflejan que 11 casos (52,3%) fallecieron realizando un deporte (6 jugando al fútbol, dos en polideportivo, uno jugando al tenis, uno montando en bicicleta y otro practicando taekwondo). En los restantes, la muerte súbita no estuvo relacionada con un gran esfuerzo o se produjo durante el reposo.

    Estos datos cambian en personas que si presentan alguna enfermedad coronaria y por lo tanto se le debe prohibir la realización de ejercicio físico, ya que en un estudio realizado por Furlanello, Bertoldi, Dallago, Furlanello, Fernando, Inama y cols.(1998) "Cardiac arrest and sudden death in competitive athletes with arrhythmogenic right ventricular dysplasia", entre los 1.642 atletas competitivos con manifestaciones arrítmicas importantes, al 6% se le diagnosticó una displasia arritmogénica del ventrículo derecho; sin embargo, la prevalencia de esta entidad entre los que tienen un paro cardíaco o una muerte súbita es del 23 y del 25%, respectivamente, por lo que debe prohibirse una actividad deportiva intensa en los jóvenes con este diagnóstico por el alto riesgo que tienen de presentar una muerte súbita.


Bibliografía

  • Aguilera B, Suárez Mier MP, Morentin B. Miocardiopatía arritmogénica como causa de muerte súbita en España. Presentación de 21 casos. Rev Esp Cardiol, Septiembre 1999; 52: 656-662.

  • Cabillón Castro, Marcelo. El uso de la actividad física como prevención en salud. http://www.efdeportes.com/ Lecturas: EF y Deportes - Buenos Aires - Año 7 - N° 41 - Octubre de 2001.

  • Furlanello F, Bertoldi A, Dallago M, Furlanello C, Fernando F, Inama G et al. Cardiac arrest and sudden death in competitive athletes with arrhythmogenic right ventricular dysplasia. Pacing Clin Electrophysiol, 1998; 21: 331-335.

  • Morentin B, Suárez-Mier MP, Aguilera B. Muerte súbita por enfermedad ateromatosa coronaria en jóvenes. Rev Esp Cardiol, Octubre 2001; 54: 1167-1174.

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